Lo primero que se quiere hacer después de haber adquirido un auto nuevo es recorrer las rutas y nunca bajarte de él, pero no te olvides que para que siempre esté perfecto y en buen estado tenés que darle ciertos cuidados.
Lo primero que se debe cuidar de un auto nuevo es la aceleración. Los expertos recomiendan no exceder las 4,500 RPM (Revoluciones por minuto) al manejar, a menos que sea una emergencia. Para los motores de diésel, la recomendación es no exceder de las 3,000 RPM. Así también, evitá acelerar en frío; esto significa no forzar al motor después de que lo hayas encendido, ya que todos los componentes se están ajustando. La recomendación es acelerar paulatinamente.
Otro punto a tener en cuenta con los vehículos nuevos es el aceite del motor. Este aspecto siempre ha generado diferentes opiniones. Pero por lo general, se sugiere revisar el nivel de aceite cada 500 o 1000 kilómetros, cuando el auto es nuevo. Y conforme vaya pasando el tiempo el cambio de aceite ya se haría cada 10.000km, lo que servirá para notar el rendimiento y la estabilidad del motor.
Una última sugerencia que te dejamos aquí para que tu auto siga pareciendo nuevo por mucho más tiempo, es el siguiente: cuando laves tu coche utilizá agua, jabón para automóvil y un trapo limpio. No hace falta que lo pulas o que lo enceres en los primeros seis meses, porque la pintura ya cuenta con un barniz protector y abrillantador de fábrica. De esa manera vas a prolongar ese aspecto de “auto nuevo”.
Aplicá estos consejos, ya que el auto como toda maquinaria necesita una serie de cuidados para su correcto funcionamiento. Resulta crucial mantenerlo en óptimas condiciones, así alarga su vida útil, haciéndote sentir más seguro/a sin tener problemas en tus recorridos diarios. Asimismo un detalle muy importante, aparte de los ya mencionados, es contar con una póliza contra todo riesgo para dar una respuesta inmediata a las eventualidades que pueden surgir.