Un incendio es producto de varios factores y aunque parezcan poco comunes los automotores también los sufren.
“¿Puede incendiarse mi vehículo?” El fuego no se debe solo a una causa sino a la combinación de ciertos factores. Ciertamente, cualquier espacio está expuesto a sufrir daños por causa de las llamas y los vehículos no son la excepción.
Los vehículos que son reportados a las empresas de seguros como quemados o que solicitan asistencia por los daños de un incendio no son pocos. Forman parte de una estadística que incluso va en aumento y se acentúa en la temporada de verano.
Pero, ¿por qué puede producirse un incendio? Como mencionamos anteriormente, el fuego es producto de la combinación de factores. Por ejemplo, basta una falla eléctrica en el vehículo, más una fuga de combustible para iniciar las llamas.
Ahora que sabemos que nuestro vehículo también puede estar expuesto al fuego, te explicamos cuáles son las causas más comunes de este evento:
- Fugas de los distintos fluidos: Es normal que lo primero que pensemos es que una fuga de combustible, ya sea gasolina o diesel pueda ocasionar un incendio. Sin embargo, el vehículo posee otros líquidos combustibles como el aceite de motor y el líquido de dirección. Por lo tanto, cualquiera de las fugas de estos líquidos propiciaría el incendio del vehículo.
- Fallas mecánicas en el sistema de electricidad: Los autos tienen una serie de circuitos que abarcan toda su dimensión. Una falla en los cableados puede producir sobrecargas y calentamientos en determinadas zonas, ocasionando así la inflamación de materiales combustibles como plásticos, filtros, aislantes, etc.
- Sobrecalentamiento del motor: El calentamiento del motor puede hacer que los fluidos internos se eleven y se derramen fuera del vehículo. Estos pueden llegar a áreas igual de calientes y producir llamas que se extiendan fácilmente.
- Transporte de fluidos inflamables: Cargar el vehículo con bidones de combustibles y dejarlos al sol es un error peligroso. El calor puede hacer que el líquido se expanda, gotee y genere un incendio a gran escala.
Como ya vimos, la combinación de estos factores puede ocasionar un evento indeseado y peligroso para tu vehículo y sus ocupantes. Pero se pueden evitar siguiendo estas recomendaciones.
* No transportes mercadería inflamable como líquidos combustibles. Estos pueden fugarse y preparar el terreno para un incendio de gran magnitud.
* ¡Cuidado con las fugas! Es cierto que los vehículos poseen indicadores de niveles de líquidos; sin embargo, no dejes de lado el sentido común. Si percibís olores de fluidos dentro de tu vehículo, acudí al taller inmediatamente.
* Estaciona siempre en la sombra. Un vehículo puede alcanzar los 60 grados estando expuesto al sol.
* Contrata un seguro que respalde tu inversión y la vida de tus seres queridos. Tu medio de transporte debe estar asegurado ante cualquier evento.
* La mayoría de los incendios se deben a un mal o nulo mantenimiento del vehículo. Nunca dejes de ir periódicamente aún si no notas fallas.